Ladrillo de Puerh zona Xishuangbanna-Menhai 250 gr.
Antigüedad de >30 años.
Shengcha de hoja grande con peciolos.
El té de hoy es un ejemplo de té vintage comprado a nuestra proveedora habitual. La señora nos cuenta que ella compró el lote antes del año 2000 y por entonces ya estaba bien maduro, con un mínimo de quince años… Por ello nuestra datación es necesariamente imprecisa hasta donde podemos documentar.
Ya el embalaje nos indica un producto bastante viejo puesto que el etiquetado es una simple escritura en PiHua hecha a mano sin referencia al año. Es un conjunto de tres bloques de 250 gramos aproximadamente cada uno. Compuestos de hojas grandes, peciolos y bayas de té visibles. Prensados a piedra sin máquina que se desmenuza fácil.
Vayamos a la prueba del asunto. Empezamos la cata con un buen gaiwan del sur de China, de barro esmaltado en porcelana. Obtenemos una dosis de unos siete gramos y humedecemos durante 15 segundos. Una vez escurrida la hoja esperamos unos cuatro o cinco minutos para que el agua penetre bien a todas las hojas. Y mientras tanto disfrutamos los aromas.
En la primera infusión de unos cuarenta segundos nos guiamos más por el color del licor que por intuición. El resultado es un caldo con un color rojo-marrón limpio, de textura resbaladiza que se muestra discreto. Salen sabores dormidos a tiempo, aterciopelados con algunas notas dulces, pero todo confuso, que genera una sensación de que el té ha estado demasiado tiempo a la sombra. Sin embargo no tiene sabores mohosos. Destaca un punto de sabor a medicina china muy característico( a Madreselva).
Es en la segunda y tercera infusión donde vemos el carácter real de esta joya que, ya caliente y abierta, desarrolla claramente el sabor a maderas nobles perfectamente equilibrado, dulce y con un punto floral, que deja la boca llena de sensaciones sin los amargores ni excesos de tueste que suelen dominar en los Shu-cha (madurados artificialmente). Un último dato: posee un Qi poderoso, que al cabo de varias tandas te hace sentir embelesado y un tanto eufórico, señal que la materia prima es excelente, y deja una sensación revigorizante que te anima a emprender quimeras con bastante facilidad…
Es un té que se bebe muy fácil y sólo tiene un punto en contra: debido a su longevidad no aguanta tan vigorosamente un número infinito de infusionados. Siete gramos dan para elaborar 1,5 litros de agua ó su equivalente en siete gaiwans.
Es un producto que supera los cuarenta € para los 100 gramos, pero no posee los precios especulativos tan comunes en este mundo del Puerh. Por tanto queda altamente recomendado por ésta, su página amiga del Puerh.